SOS por el jaguar, el tercer felino más grande del planeta
02.12.2019
Los densos bosques y selvas tropicales de 18 países de
América Latina son su refugio. Entre la espesa vegetación camufla su piel
llena de manchas negras y amarillas, mientras sus penetrantes ojos esperan la
presencia de una presa para clavar sus filosos colmillos. Sus
movimientos son meticulosos y silenciosos, y tiene la habilidad de escalar
altos árboles y atravesar caudalosos ríos.Se
trata del jaguar (Panthera
onca), el tercer felino más grande del
planeta, el de mayor tamaño en el continente americano y el principal
depredador en toda la Amazonia. Es un animal robusto de hasta 96 kilos y con
tamaños que pueden llegan a 1,8 metros de largo. Es sigiloso, con gran habilidad para la caza
y clave para controlar la población de otros animales de los bosques. En
Colombia habita en la Amazonia, Pacífico, Orinoquia y en la Sierra Nevada de
Santa Marta.A pesar de su belleza, de su rol como
depredador y de ser adorado por diversos grupos indígenas del
continente, el jaguar disminuye día a día su población debido a la nefasta mano del
hombre. La pérdida de su hábitat por la deforestación, la caza ilegal para
comercializar sus exóticos pelajes, patas y dientes y los
disparos que recibe por parte de campesinos cuando ataca a alguna de sus vacas,
lo tienen en peligro.Según la Lista Roja de la Unión Internacional para la
Conservación de la Naturaleza (UICN), el jaguar es una especie casi amenazada,
debido al acelerado declive de su población. Sin embargo,
en Colombia se encuentra en la lista roja de especies amenazadas bajo la
categoría de vulnerable a extinción.Por su parte, el Fondo Mundial para la
Naturaleza (WWF) asegura que en los últimos 100 años ha perdido más del 50
por ciento de su rango de distribución, en especial en la cuenca del
Amazonas.De poco le
ha servido tener unas mandíbulas y dientes tan fuertes que pueden morder
fácilmente a través de un cráneo de cocodrilo o una concha de tortuga. No ha podido competir con la eliminación
de sus hogares boscosos y las balas del ser humano. "Cuando cazan o desplazan
sus presas naturales, los jaguares buscan otras fuentes de alimento, como
el ganado. Por eso los campesinos los atacan", cita la WWF.Hay
registros de más de 85 especies presa en la dieta del jaguar, como pecaríes,
chigüiros y caimanes. Generalmente
escoge sitios apartados para consumir sus presas, como cerca de los arroyos.
Sus partes favoritas son los músculos del pecho, ancas y porciones anteriores
de las patas.
Los densos bosques y selvas tropicales de 18 países de
América Latina son su refugio. Entre la espesa vegetación camufla su piel
llena de manchas negras y amarillas, mientras sus penetrantes ojos esperan la
presencia de una presa para clavar sus filosos colmillos. Sus
movimientos son meticulosos y silenciosos, y tiene la habilidad de escalar
altos árboles y atravesar caudalosos ríos.
Se
trata del jaguar (Panthera
onca), el tercer felino más grande del
planeta, el de mayor tamaño en el continente americano y el principal
depredador en toda la Amazonia. Es un animal robusto de hasta 96 kilos y con
tamaños que pueden llegan a 1,8 metros de largo. Es sigiloso, con gran habilidad para la caza
y clave para controlar la población de otros animales de los bosques. En
Colombia habita en la Amazonia, Pacífico, Orinoquia y en la Sierra Nevada de
Santa Marta.
A pesar de su belleza, de su rol como
depredador y de ser adorado por diversos grupos indígenas del
continente, el jaguar disminuye día a día su población debido a la nefasta mano del
hombre. La pérdida de su hábitat por la deforestación, la caza ilegal para
comercializar sus exóticos pelajes, patas y dientes y los
disparos que recibe por parte de campesinos cuando ataca a alguna de sus vacas,
lo tienen en peligro.
Según la Lista Roja de la Unión Internacional para la
Conservación de la Naturaleza (UICN), el jaguar es una especie casi amenazada,
debido al acelerado declive de su población. Sin embargo,
en Colombia se encuentra en la lista roja de especies amenazadas bajo la
categoría de vulnerable a extinción.
Por su parte, el Fondo Mundial para la
Naturaleza (WWF) asegura que en los últimos 100 años ha perdido más del 50
por ciento de su rango de distribución, en especial en la cuenca del
Amazonas.
De poco le
ha servido tener unas mandíbulas y dientes tan fuertes que pueden morder
fácilmente a través de un cráneo de cocodrilo o una concha de tortuga. No ha podido competir con la eliminación
de sus hogares boscosos y las balas del ser humano. "Cuando cazan o desplazan
sus presas naturales, los jaguares buscan otras fuentes de alimento, como
el ganado. Por eso los campesinos los atacan", cita la WWF.Hay
registros de más de 85 especies presa en la dieta del jaguar, como pecaríes,
chigüiros y caimanes. Generalmente
escoge sitios apartados para consumir sus presas, como cerca de los arroyos.
Sus partes favoritas son los músculos del pecho, ancas y porciones anteriores
de las patas.